Admiro y valoro la historia de la Madre Teresa Guasch

Conocer la historia de la Madre Teresa Guasch ha sido para mí de profunda admiración, por su perseverancia en alcanzar el ideal de ayudar a su Madre Teresa Toda, en la conformación de una congregación dedicada a la niñez huérfana de su ciudad y de inculcarle valores humanos y cristianos.

A comienzo de cada año escolar, cuando se me asigna el grupo de estudiantes, inicio infundiéndoles la fe, el amor a Dios y a la Santísima Virgen, ya que en muchas familias lo tienen olvidado; también me dedico a enseñarles valores de convivencia y de amor por los demás, aceptando sus diferencias y necesidades.

La frase que me atrae de la Madre Teresa Guasch es “LA SENCILLEZ SEA VUESTRO DISTINTIVO”. La sencillez es una virtud que permite aceptar a los demás como son y ayudarles sin esperar nada a cambio, a ejemplo de la Virgen María que fue una mujer sencilla en sus actos y en el amor incondicional que impartía su corazón para todos. Igualmente la Madre Teresa Guasch supo desvivirse por la niñez y juventud con toda sencillez y gratuidad. De esta manera trato de vivir la virtud de la sencillez intentando llegar a todos los que me rodean y de ayudarlos en cuanto me sea posible y esté a mi alcance.

El trabajar en la Escuela Teresa Guasch de Cúcuta, me llevó a conocer la historia de la Madre y el conocerla me ha hecho más humana, porque sé que la labor bien realizada, cada día, deja una huella en cada uno de los corazones de nuestros estudiantes, así como la Madre Teresa Guasch dejó huella en los corazones de las personas que la conocieron y de las que conocemos su historia de vida.  La llama de su fe y de su compromiso por la niñez sigue viva, gracias a las Hermanas Carmelitas Teresas de San José que continúan su legado de amor y de entrega con los necesitados.

                                                               Jenny Marbely Parada
                                                             Docente escuela Teresa Guasch de Cúcuta


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