En mi rol de mujer, madre y
esposa,vale la pena detenerse un poco, en estos acelerados tiempos y pensar en
el significado de la obra de las dos Teresas. Mujeres de espíritu transformador
e innovador,en épocas de restricciones y dificultades socio económicas,
políticas y hasta religiosas, luchando contra las adversidades, sin perder sus
convicciones. Y me pregunto ¿Cómo lograron alcanzar sus sueños y sus propósitos
en la vida, manteniendo un espíritu de buena voluntad?
Al reflexionar, intento responder
esta pregunta y resaltan dos valores que
hemos extinguido del mundo actual, hasta las madres de familia más abnegadas:
la misericordia y la paciencia.
La madre Teresa Toda, con la
ayuda de Dios, revierte en misericordia, todo el conjunto de infortunios que
padecía. Se resistió a permitir la indiferencia en su vida. Cualquiera de los
pequeños huérfanos y abandonados de su entorno, merecían tanta atención y
cuidados, como los que ella le prodigaba
a su hija. Eso es misericordia. Puedo percibir también como transmitía esos
loables sentimientos a su pequeña Teresa Guasch,con paciencia y perseverancia.Esta
dupla de aptitudes o capacidades, asumidas con disposición y seguramente con
mucha dificultad, les permitieron saber esperar y comprender los tiempos de
Dios, el momento en que Él hace la obra. Eso es paciencia. Eso es
perseverancia.
Es inspirador pensar en la trabajo
de estas dos mujeres, que con la ayuda de Dios y con mucho esfuerzo lograron
sobretodo mantener su esencia y no perder su alma, por el contrario, lograron
purificarla.
Rina Puerto
Comentarios
Publicar un comentario